lunes, 22 de junio de 2009

Asesino

Mareado por el alcohol e incentivado por mi colega, tomé con ambas manos el arma. En el futuro quizá sea juzgado como un traidor, un marica, porque vos estabas de espaldas; pero en toda la noche no habías parado de denigrarme, y no venía yo de mi mas agraciada semana. Te apunté por unos minutos, pero lo que frenaba mi dedo que posaba sobre el gatillo no era el miedo ni el nerviosismo...sólo quería escuchar tus últimas risas antes de disparar, o mejor aún, que por alguna razón girases la cabeza y te encontrases cara a cara con tu destino. Testigos de mis actos eran los que se encontraban pues frente tuyo, pero los que no eran indiferentes me festejaban con sonrisas cómplices: nadie iba a lamentarse. Miré a los ojos a mi amigo, él me dijo que ya era hora. Mi pulso no se inmutó, empujé el gatillo sin ningún temor, y como un furioso chorro de agua mi disparo chocó con tu nuca; tal vez peque de sadismo, pero no pude contener la sonrisa al ver como se empapaba tu remera.
-"¿Qué haces, boludo? Me voy a cagar de frío"
-"Te cabió el sifonaso" contesté, mientras me cagaba de risa.

2 comentarios:

  1. wow que fuerte mi amor (jajajaja)
    besi besi

    ResponderEliminar
  2. Qué capo este pibe!!! Cómo escribe!!! Seguí así ,tesoro.

    ResponderEliminar